jueves, 26 de noviembre de 2009

anatomia de un insecto


Los insectos se encuentran en casi todas partes y son, en definitiva, quienes heredarán la tierra, ya que son capaces de adaptarse a todo tipo de terrenos, climas y formas de vida. Todos ellos tienen su cuerpo dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen; pero existen otros componentes muy importantes para el desarrollo global de su existencia. Veamos cuáles son las principales partes de las que se forman los insectos.
Las amplias alas de los insectos, en este caso de los escarabajos, deben ser desplegadas con el objetivo final de emprender el vuelo.
El abdomen de un insecto contiene el aparato digestivo, el corazón y los órganos sexuales. Al igual que el resto de su cuerpo, está protegido por el exoesqueleto, que unido a una capa delgada de cera llamada cutícula permite la movilidad del insecto.
En la cabeza se encuentran las piezas bucales e importantes órganos sensoriales, como los ojos compuestos y los palpos, que ayudan a reconocer gustos y olores.
Los insectos poseen tres pares de patas articuladas que utilizan para andar, correr o saltar. Cada pata tiene cuatro partes principales: la coxa, el fémur, la tibia, y el tarso.
Las antenas varían de forma y de tamaño; sin embargo, cualquiera sean sus características, estas poseen elementos sensoriales capaces de detectar movimientos del aire, vibraciones y olores.

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